Sobre la artista:
La creatividad la lleva desde niña. Dibujar y esculpir fueron sus actividades favoritas en su juventud. En los años siguientes, descubrió las posibilidades de trabajar con acuarela, acrílico y óleo. Tras trabajar en los Países Bajos durante años, desde 2013 reside con su marido en una de las islas Canarias más pequeñas, La Gomera. El azul intenso del océano, la naturaleza agreste y los hermosos colores de las casas pintadas influyen especialmente en su obra.
Mirjam empezó vendiendo pequeñas decoraciones de pared minimalistas hechas con vidrio marino, madera flotante y guijarros en un mercado de artesanía: Beach-Art. Se convirtió en un éxito entre los clientes que regresaban y los visitantes curiosos que solo conocían su obra de oídas y querían verla en persona. En los años siguientes, su trabajo se expandió y se vendió en diversos mercados y galerías. Esta obra está a la venta en varios lugares de La Gomera.
En 2015, comenzó a crear caligramas: imágenes creadas escribiendo palabras minúsculas, un nombre o un texto, con las que crea obras de arte impresionantes.
Estas pueden variar desde una evocadora imagen en miniatura. Para ejemplo un calle tipico español, un colibrí frágil o una imagen casi a tamaño natural de la cabeza de un león. Gran parte de su obra se envía a todo el mundo.
En 2020, la artista abrió una tienda con un pequeño estudio en San Sebastián, la capital de La Gomera. Esto permite a los visitantes verla trabajar in situ durante su horario de apertura.
«Mirjam tiene buen ojo para las cosas pequeñas y minimalistas. Su obra se caracteriza por su apariencia fina y elegante»
DECLARACIÓN DEL ARTISTA
Mi obra es minúscula y precisa. Es un placer explicar mi técnica y método de trabajo a los visitantes del taller. Me encanta el trabajo fino y detallado que requiere la creación de un caligrama. Con un solo color y una sola herramienta – una pluma muy fina con tinta negra resistente a la luz -, realizo mi trabajo. Requiere concentración y precisión crear un retrato impactante o un recuerdo de un ser querido fallecido. Si el cliente se sorprende o se conmueve al recibirlo, mi misión está cumplida.